Cotidiano al dia - La infidelidad

La trampa, la infidelidad, una canita al aire, el amor pasajero. Tantas formas de llamarlo y tantas formas de lograrlo, el engaño a la pareja actualmente a cobrado un tinte pintoresco y hasta simpático para gran parte de la sociedad que hoy mayormente lo considera como un mal al cual no podemos dejar de lado en algún momento de nuestras vidas.

Noticia pasada para algunos, sorpresa para otros, hoy en día bajo clichés tales como “no soy de madera”  o “quien no tiene una fantasía” hacen que unas vacaciones solitarias o viajes por negocios sean terreno fértil para todo tipo de relaciones furtivas que hacen al historial de él o de ella más rico en anécdotas amorosas. Se tornan dudosas salidas nocturnas con amigos, aparecen los celos sin razón y las parejas actualmente dejan a la confianza como una fe ciega e inocente que no podría durar mucho en lo cotidiano de la actualidad.

En este panorama de opiniones son mirados como seres de otro planeta aquellos que aun sueñan con un único amor y peor suerte les depara a aquellos que incluso se animan a hablar de un único amor para toda la vida. Utopía de antaño, mitos de abuelas que no tuvieron la oportunidad de separarse o mentirosos que solo lo dicen para ocultar historias pasadas, la verdad es que es poco compartido el creer que si estas con alguien no hay ojos para otra persona.

¿Cómo llegamos a esto? ¿Realmente es lo que deseamos para nuestras vidas? Siendo partidario de la fidelidad por sobre aquellas razones que la dejan como a un sueño imposible de realizar me veo obligado a pensar que quienes sostienen ese pensamiento muy conformes con sus actuales parejas no están.

“¿Qué decís? ¿No te gustan las mujeres?”, “Así pensas ahora, espera dentro de unos años” son argumentos fáciles que surgen ante la negativa a dar el visto bueno a pensar que “del engaño no se salva nadie”. Excusas buscadas en la naturaleza humana, en las necesidades físicas e incluso psicológicas son algunas de las más variadas e ingeniosas formas de justificar y justificarse de muchos. Excusas de personas que sin embargo en el fondo, muy en el fondo, terminan dándole la razón a quien persigue a ese amor tan difícil de conseguir en estos tiempos.